25-03-2020
Hoy es el día 4 de
nuestra cuarentena.
Si usted es un estudiante de la Biblia probablemente ha
notado que Dios con bastante frecuencia se expresa en forma de comparaciones y
contrastes por ejemplo: a menudo contrasta a ricos y pobres; a sabios y a
necios; oscuridad y luz y en el versículo de ayer veíamos que la paz que
proviene de Dios, está en oposición a la paz que se encuentra en el mundo,
Jesús dijo mi paz les doy no como el mundo la da, claramente el maestro estaba
afirmando que la paz que dio a sus seguidores era diferente de la paz que
podían encontrar en el mundo, cuando Jesús se refirió al mundo estaba hablando
de la sociedad y la cultura en que vivimos los humanos, su paz es diferente a
las técnicas del mundo para reducir la ansiedad, pero ¿cómo es la paz de Dios?
tomemos el ejemplo de las tormentas que se producen en altamar, en la
superficie los vientos pueden barrer al mar a 60, 90 o hasta 160 kilómetros por
hora, una fuerza que en nuestro país lleno de volcanes y montañas nunca hemos
experimentado y ni siquiera podemos imaginar, las olas pueden elevarse a 10 o
incluso 20 metros de altura, un gran barco en una tormenta si puede ser
sacudido como un barquito de juguete, pero debajo de la superficie del mar a
sólo unos 30 metros de profundidad, no hay tormenta todo está perfectamente
tranquilo sin sonido sin tumultos ni siquiera una ola de agitación, así es la
paz de Dios, a pesar de que en la superficie enfrentemos tormentas y desastres
internamente, la paz de Dios reina.
Jesús
no nos prometió una vida sin dificultades, al contrario dijo que ser sus
seguidores acarrearía que tendríamos problemas en este mundo, de hecho afirmó
que sí seremos perseguidos por ser sus discípulos, pero a pesar de eso prometió
que nunca dejaría a los que lo siguieran y su presencia les daría constante
paz. Cuando surgen temores, ansiedades y problemas en su vida, recuerde que la
paz de Dios, trasciende a las circunstancias, a menudo la paz se ve y se siente
más fácilmente en medio de las pruebas y los problemas; pero independientemente
de lo que está experimentando, sepa esto, Dios es su paz. Ponga su fe en él. La
paz de Dios también supera la comprensión, no es algo que siempre podamos
entender, pero es operativa y está disponible para nosotros mucho más allá de
nuestra capacidad de entenderlo, la paz de Dios se extiende a todos sus
seguidores, a cada persona que recibe a Jesús como su Salvador se aparta de su
pecado y persigue una vida en obediencia a la guía de la palabra de Dios y el
Espíritu Santo, la paz de Dios es un estado permanente, de ser en las difíciles
circunstancias de la vida, El Espíritu santo está presente para ayudar, igual
que debajo de la tormenta superficial, se encuentra la tranquilidad, la paz profunda,
genuina, dada por Dios, puede ser la norma en la que vivimos día a día, a
medida que avanzamos en el camino de la vida, confiemos y creamos que el deseo
de Dios para nosotros, es que sintamos una paz permanente, en todo momento, una
paz que incluya alegría y un sentido de propósito en cada área de nuestra vida,
repitamos el versículo de ayer:
Jn. 14:27 Les dejo un regalo: paz en la mente y en el
corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no
se angustien ni tengan miedo.
(Oracion)
Señor, nosotros resistimos angustiarnos ella
tener miedo y en lugar de eso queremos ahora recibir tu Paz, esa paz que nos
regalas y que el mundo no no se la puede dar y que nos hace estar confiados, aun
cuando soplan los vendavales de la vida, en el fondo de nuestro corazón,
seguimos experimentando la tranquilidad y la seguridad que solamente tú puedes
dar, que sí Señor podamos caminar confiados en el día a día, sabiendo que estás
a nuestro lado y que nunca nos abandonarás tal como lo prometiste, bendice a
cada hijo e hija tú y yo bendice cada familia cada hogar con tu inmensa paz, en
el nombre de Jesús amén
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