Reflexion, Pastor Mario Vega -19


16 de Abril 2020 
Ahora estamos en el día 26 de nuestro confinamiento (El Salvador)

Hemos estado hablando en las últimas oportunidades sobre el tema de la fe en Dios, la confianza, y de la ansiedad. 
Hablando de la ansiedad, quiero preguntarte: ¿Alguna vez has sentido que tu vida es una prisión,? una prisión llena de todas las cosas que debe hacer y vacía de las cosas que desea hacer. ¿Alguna vez has querido esconderte en tu habitación y ponerte a ver videos sin sentido, porque no puedes soportar estar solo con tus pensamientos? ¿Te has dado cuenta que algunas veces lo que has estado haciendo es tratar de distraerte de ti mismo? ¿Alguna vez te has puesto a pensar en el niño feliz que solías ser? y  preguntarte: ¿para dónde se fue? ¿De dónde vino todo el estrés? ¿Cuando se hizo cargo la ansiedad? ¿Cuándo degaste de querer cantar saltar y jugar? ¿Qué fue lo que pasó? La presión que sientes, el estrés que estás cargando y la ansiedad que estás lidiando no están bien, lamentablemente tù no eres la única persona que lo vive, tu eres parte de la generación más ansiosa y estresada de la historia, como la han llamado psicólogos y psiquiatras. Pero hay un camino de salida a toda esa situación, como seres humanos, nunca fuimos destinados a ser la vida solos, tu fuiste creado para tener personas en tù vida que le importas y que le cuidarás, hay personas que luchan con la ansiedad igual que tu, esas personas te necesitan y tu también necesitas de ellos.

Jesús apareció en la historia como amor y esperanza en forma humana, Jesús cambió la historia, y  Jesús quiere cambiar tu historia también, trajo esperanza y sanación a las personas que estaban sufriendo, les mostro una y otra vez que no estaban solos, que eran amados y que había esperanza, él quiere hacer lo mismo por ti, él quiere que tu vida, está enfocada en los demás. Jesús modeló el valor de las relaciones de confianza; el tubo 12 amigos, con los que hizo todo durante su ministerio; 12 discípulos; 12 personas que estaban ahí para animarse unos a otros, para orar unos por otros y para consolarse; 12 personas que se amaban sin importar nada, 12 personas que se amaban como Jesús las amaba. Todos queremos tener amigos así y todos necesitamos ser personas así, son personas así las que nos ayudan a superar los pensamientos negativos en nuestras vidas, para que podamos comenzar a vivir fuera del estrés, con vidas positivas.

¿Cómo pueden vencer los pensamientos negativos? compàrtalos con las personas que amas y que le aman, deja que te ayuden a superar esos pensamientos negativos, para que puedas vivir una vida positiva, no te guardes tus cargas para ti sólo, cuèntale de la ansiedad que sientes a las personas que se preocupan por ti y no esperes a que esas personas te pregunten qué te está pasando, cobra ánimo y pregúntales tu primero, cuando cuidamos de los demás, el Señor cuida de nosotros.

 En Gálatas 6:9-10 Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos. 10 Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos el bien a todos, en especial a los de la familia de la fe. (NTV)

 Señor te damos gracias por tu palabra y porque ella nos indica el camino para salir de nuestro círculo personal, y es que, hagamos el bien a todos, y que no nos cansemos de hacerlo. Te pedimos Señor que nos ayudes a levantar nuestra mirada y a ver más allá de nuestra condición, entender que hay otros que están viviendo situaciones similares o tal vez aún más difíciles que la nuestra, y que al ver esa necesidad en los demás, podamos comenzar actual y enfocarnos en ayudar a esas personas, sin duda que no tendremos la respuesta, para todas las preguntas, ni para todas las inquietudes, pero el solo hecho, que podamos dar la oportunidad de escuchar a los demás, sabemos Señor que tú lo usas, como un elemento poderoso de consuelo y de sentido para quienes no lo encuentran hoy en día; ayudamos a enfocarnos a los demás, sabiendo que en la medida que cuidamos de los otros, tu Señor cuidarás de nosotros y de nuestra propia preocupación, en el nombre de Jesús te lo pedimos, amén! 

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