LA CONVIVENCIA


La maestra y pedagoga Nélida Zaitegi, hoy presidenta del Consejo Escolar de Euskadi, lleva más de cuatro décadas investigando y desarrollando programas de innovación educativa, basados en la convivencia positiva y la resolución de conflictos. Conflictos que se puede transformar en aprendizajes después de una reflexión consciente y pausada.
Algunas de las claves de su pensamiento pedagógico incluyen la educación en valores, la coeducación y la participación del alumnado. ¿Cómo aprende un niño a convivir? Conviviendo. Como si la escuela fuera una sociedad a pequeña escala, donde el profesorado ayuda a desarrollar la inteligencia interpersonal e intrapersonal. “Entre el mono de Darwin y el hombre o la mujer autorrealizados de Maslow, ¿qué tenemos en medio? Un profesor. Nosotros debemos ayudar a que los jóvenes sigan subiendo escalones en la humanización para conseguir una sociedad mejor”, concluye Zaitegi. 

Pero esto tiene que ser el elemento principal de la iglesia, está bien que se predique sobre el infierno y el cielo, pero también mientras llegamos al cielo o al infierno, se debe de enseñar la practica humana, con amor a la vida y por ende amor al prójimo, si amamos al prójimo se acabaran una buena cantidad de pecados que por sí solo o con un chasquido de dedos no desaparecerán, se tiene que enseñar a convivir. Y tenemos el gran ejemplo de Jesucristo. Jn. 1:14 Y el Logos se hizo carne, y tabernaculizó° entre nosotros, y contemplamos su gloria (gloria como del Unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. Esto es tarea de los lideres que enseñan la palabra de Dios.

Como decía Freire, Pablo Freire, cuando decía: «La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo». Si tenemos eso claro, a partir de ahí podremos decir: «Esto es educar» (ojo que esto se aplica a la iglesia también)

 ¿Cómo se aprende a convivir? Conviviendo, pero conviviendo de manera consciente. Es decir, sabiendo qué tipo de relaciones establecemos, cómo me siento, cómo te sientes en ese tipo de relaciones. Es tu dignidad y es la mía, son tus intereses y son los míos, son tus deseos, tus necesidades y son las mías. Sobre eso,  cuáles son las variables? Bueno, en mi humilde opinión, seis, seis variables. 

1- ¿Qué entendemos por convivencia?
La convivencia es que no haya conflictos, todos obediente y sumisos, niños calladitos y quietos, paz para enseñar y estudiar la biblia. Usted perdone, eso no es la convivencia.  Eso se puede llamar de otra manera. Hay veces que la gente se equivoca, cuando hablamos de convivencia estamos hablando de desarrollar en nuestro hermanos, primero, el respeto a la dignidad de otras personas, a los derechos y deberes propios y ajenos. Es decir, a interactuar con otras personas desde el reconocimiento de su dignidad, de sus derechos y de sus deberes.
También, hacerlo estableciendo relaciones de igualdad y de respeto mutuo y evitando todo tipo de violencia. Esto sería enseñar la convivencia.
Si la comunidad educativa, como la iglesia, las familias, el maestro y el profesorado o padre-madre, tienen que tener claro la pregunta, ¿hacia dónde vamos? ¿Qué entendemos por educar en convivencia? De lo contrario irán cuesta arriba.
En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes.

2-  ¿qué hacemos con los conflictos? ¿Qué vamos a hacer con los conflictos? ¿Esconderlos y no resolverlos? Como vamos corriendo en los afanes de la vida… Aquí en casa o iglesia e escuela, no pasa nada,  « tú, cállate que no ha pasado, yo soy el que manda…».Al pasar todo esto, la oportunidad que tiene de aprendizaje y de madurez para todo la familia y el mundo, el abordar un conflicto es importante. Lo hagamos, de una manera u otra, fundamental.
Romanos 8: 28 Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen[j] para el bien de quienes lo aman… (NTV)

3-Las normas y la educación moral. En la iglesias asi como en las casa, ¿qué pasa con las normas? Tiene que haber normas en las iglesias, casas e escuelas: pero, ¿quién pone esas normas?
 ¿Qué pasa? Porque tú eres responsable de tus actos, tienes que serlo y has hecho daño, has molestado, ¿cómo reparas eso?
Entonces claro, si como jóvenes o como niños no piensas tu qué haces las reglas, siempre serán normas de otros, y entonces dirán: «que lo resuelva el padre-madre o el maestro que enseña».
Y les estamos educando desde un poder que… No, es en democracia, porque les imponemos criterios de personas mayores y queremos que piensen, hablen, se vistan etc… como personas adultas. Deseamos que nuestros discípulos en la casa o iglesia empiece a responsabilizarse, hay una norma y una educación democrática.  
Vivan en armonía los unos con los otros. No sean arrogantes, sino háganse solidarios con los humildes. No se crean los únicos que saben.

4-La participación.  «¿Qué hacemos todo para el pueblo, pero sin el pueblo? Si quieres, igual pasa con los hijos. O sea, todo para ellos, pero sin ellos.
Hombre, quieres que sean maduros, ¿Por qué no hablamos del conflicto? ¿Por qué no hablamos de lo que nos preocupa? Si quiero que maduren y que sean realmente personas capaces, autónomas, y puedan gestionarse.
Cada uno tiene sus responsabilidades distintas y cada cual tiene un apoyo distinto para los demas. Pero si son muy capaces, y desde bien pequeños, de decir lo que quieren y cómo lo quieren. ¿Por qué no lo negociamos, en todo caso?
Pues así como cada uno de nosotros tiene un solo cuerpo con muchos miembros, y no todos estos miembros desempeñan la misma función, también nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a todos los demás.

5-La eliminación de todo tipo de violencia. Vivimos en una sociedad tremendamente violenta, y encima hace alarde de esa violencia. A mí me parece que es muy sana la discrepancia. Si todos pensáramos igual no avanzaríamos como sociedad, y es muy buena la discrepancia. Gandhi decía: «Hay que ser duro con los problemas, pero delicado con las personas». Vamos a ver, si yo entiendo… yo te puedo dar argumentos: por qué lo creo. Además, argumentos cuanto más finos mejor, cuanto más sopesados mejor. Pero yo no me meto contigo como persona porque eso es muy violento, y eso es lo que nuestros niños y niñas y jevenes están viendo cada día, en los gobernantes, en los papas y el colmo en muchos predicadores de la palabra de Dios.
 Estamos enseñando a pensar con frases hechas, con lugares comunes, con estereotipos. No estamos enseñando a nuestros hermanos un pensamiento fino, reflexivo, eso es muy grave como sociedad y como iglesia.
El modelaje que se está dando para las nuevas generaciones lo vamos a pagar. Eso es muy serio, y realmente hay una responsabilidad, que no sé si la gente se está dando cuenta de eso. La responsabilidad que tenemos.
Proverbios 10:11 Las palabras de los justos son como una fuente que da vida;
    las palabras de los perversos encubren intenciones violentas.(NVI)

6-Tiene que ver con la metodología y lo que se hace en la casa, escuela, iglesia, en el modo, la manera, los enseñamos, cómo enseñamos y cómo evaluamos. Y eso parece una tontería, no. Eso está directamente relacionado con la convivencia. Sobre eso, pensando de una manera consciente y reflexionando, es como se aprende a convivir.

Dios nos vendiga para enrumbar a nuestros hogares a una convivencia mas humanas, menos egoistas

Que el Dios que infunde aliento y perseverancia les conceda vivir juntos en armonía, conforme al ejemplo de Cristo Jesús.Romanos 15:5 (NVI)

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