Cómo enseñar empatía a los niños

 El psiquiatra, neurólogo Boris Cyrulnik, nos orienta a cómo debemos trabajar a los niños en la empatía, el nos dice: Necesitamos inventar una cultura que sera como el mar, con su flujo y su reflujo, como el día y la noche, como los latidos del corazón, una cultura con ritmos. 

¿cómo podemos trabajar con los niños la empatía? 

Hay que introducir el arte en el colegio, en las iglesias, en las guarderías incluso… Sabemos que un niño que toca un instrumento estimula el lóbulo temporal izquierdo: gracias a la neuroimagen hemos visto imágenes y vídeos. La zona temporal izquierda es la que trabaja el lenguaje. Los niños que tocan un instrumento hablan mejor y hablan antes que aquellos que no tocan ningún instrumento musical. Y los que no saben tocar ningún instrumento, hay que meterlos a cantar en un coro. Los niños que hacen música socializan con más facilidad porque se sienten confiados con los demás. 

La confianza es el verdadero tranquilizante. Se sienten familiarizados con los demás, hablan con más facilidad, aprenden rituales de interacción, por eso socializan más fácilmente, les gusta la escuela y tienen un buen rendimiento escolar, con la música y el deporte en el colegio. Al hacer deporte, estimulamos el cerebro y funciona mejor. Mientras que, ahora, en Occidente (EE.UU), ¿qué padece todo el mundo? Enfermedades derivadas del sedentarismo. Porque hemos descuidado nuestro cuerpo. También el dibujo, el teatro y el cine, son excelentes para desarrollar la empatía. Es entretenido, es interesante, a veces es irritante, pero es la condición humana. Por tanto, las obras de arte, desde la guardería, los cuentos enseñan a los niños a expresarse. Y luego hablamos de la moraleja del cuento. ¿Por qué le roban el queso al cuervo? Porque se deja engañar por la zorra. Podemos trabajar las moralejas con los cuentos infantiles. Les contamos una historia bonita y les invitamos a convertirse en pequeños filósofos. 

Y esos pequeños filósofos son inteligentísimos desde bien pronto. El otro día dice Boris Cyrulnik Boris Cyrulnik, hablaba con una pequeña filósofa de cinco o seis años. Hablábamos de la muerte, porque, cuando los niños descubren la muerte, es un problema metafísico, es importante para ellos. Le pregunto a mi pequeña filósofa qué es la muerte para ella. Y me dice: «Muy fácil. Te caes, te quedas frío, te llevan al hospital y te calientan y vuelves». Esto nos permitió hablar de la representación del tiempo en el plano filosófico con una pequeña filósofa de cinco años que lo entendía todo. Entonces, creo que el arte, introducido muy pronto en el colegio y en las iglesias, la música, el deporte… el deporte es una forma de arte. El arte, el deporte, el dibujo, el cine, el teatro forman parte de la condición educativa, desarrollan la empatía, y permiten aprender a convivir mejor.


By: SALVADORCLAROS


Boris Cyrulnik es psiquiatra, neurólogo, profesor de la Universidad de Tolón (Francia) y autor de libros como ‘Los patitos feos’, ‘Resiliencia y adaptación’ o ‘El amor que nos cura


PREPARA A TUS HIJOS PARA LA VIDA

 Me gusta tomarme el tiempo para leer a escritores muy interesantes como Tim Elmore, él   es un popular escritor norteamericano, formador y experto en la generación “milenial”. Es fundador de Growing Leaders, una organización sin fines de lucro con sede en Atlanta (EEUU), 

Es autor de libros varios libros tales como: “Haz crecer al líder que tu hijo lleva dentro” ("Nurturing the Leader Within Your Child”), Tim Elmore explica el desarrollo del liderazgo como una habilidad que puede potenciarse en todos los niños y jóvenes. 

Tim dice: cuando veo el panorama de los padres en la actualidad, veo una generación de padres que se esfuerzan en hacerlo bien. 

Los errores más graves que cometemos, por accidente, son los siguientes: Arriesgamos muy poco, ayudamos muy rápido, elogiamos con mucha facilidad y premiamos a la más mínima. Él explica a lo qué se refiere. 

Arriesgamos muy poco: Yo creo que esta es una generación en la que la seguridad es tan prioritaria que no queremos que nuestros hijos asuman ningún riesgo. Pero ¿no crees que asumiendo riesgos se crece? Si me hago un rasguño, me levanto y vuelvo a intentarlo. Vuelvo a subirme en la bici e intento montarla de nuevo. Esas son cosas normales, pero nos preocupamos mucho por su seguridad. A veces me da la impresión de que su edad biológica es normal, pero la emocional es menor, porque nunca se les ha permitido fracasar, que es cuando se aprende.

Los auxiliamos muy rápido. Los padres siempre están rescatando a sus hijos, van a negociar la nota de su hijo, hablan con el profesor, y a veces incluso negocian con el profesor de la universidad. Tenemos que dejar de rescatar tanto y dejar que nuestros hijos crezcan y negocien por ellos mismos.

Los elogios: vivimos en una época en la que queremos que nuestros hijos tengan buena autoestima. Yo también, soy padre y es lo que quiero. Pero la autoestima no se construye solo elogiándolos, deben conseguir algo. Hace falta el elogio y el logro. Tenemos que dejarles hacer lo que tengan que hacer. Y en vez de decirles que son fantásticos porque lavaron un tenedor, tenemos que darles las gracias por hacerlo, y reservar nuestros elogios para aquellas cosas en las que realmente destaquen.

Los premios. Lo que pasa en nuestros países es que le damos trofeos a todo el mundo solo por jugar, por hacer acto de presencia. Insisto, yo creo que tenemos que premiar adecuadamente, yo estoy a favor. Pero los niños piensan: «Esto no significa nada si me lo das solo por hacer acto de presencia». Y luego piensan: «Con ir al trabajo basta, no tengo que hacer nada, mi jefe me premiará». Pero no funciona así.

Así que yo le digo a los padres: Colaborad con la escuela y con los profesores para aseguraros de que obtenéis buenos hombres y mujeres al final del camino». Mi frase favorita es la siguiente: «Debemos preparar a los niños para el camino, no el camino para los niños.

Yo creo que en el mundo hay dos tipos de líderes, y todos nosotros pertenecemos a una de las dos categorías.

Podemos ser un líder nato o un líder circunstancial. Los líderes natos son los que lideran porque es su hábito. Son líderes naturales. Son los niños que cuando salen al patio se hacen con el control del equipo de fútbol. Son líderes naturales. Pero esos son solo el diez o quince por ciento de la población. El otro ochenta y cinco o noventa por ciento de nosotros son líderes circunstanciales.

Todos hemos visto a chicos en la escuela o la universidad que son muy callados y tímidos. Y en cuanto los pones en una mesa de mezclas o en otro lugar: «¡wow!, ¡qué talento! ¿Qué le ha pasado?». Lo que pasa es que ha encontrado su situación. Yo creo que una de las tareas de los padres, educadores y empresarios es ayudar a esta nueva generación a encontrar su situación. Y en cuanto lo hagamos, yo creo que todos nosotros tenemos el liderazgo dentro. Quizás no para dirigir una gran empresa, o para ser el presidente de un país, pero hay un lugar donde pueden sacarlo.

Hay que ayudarlos a encontrar el lugar donde pueden brillar. Donde no están intentando imitar a otra persona, sino donde son, a que están destinados a ser. Eso es lo que quiero para todos los niños subrayo el escritor Tim.


Palabra de Dios para todos

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